Almohada fibra Velfont Lia

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Al Comprar Almohada fibra Velfont Lia

Se obtiene: Almohada fibra Velfont Lia con relleno de microfibra de firmeza extra efecto plumón y firmeza media-alta. Tiene doble funda y está confeccionada íntegramente con microfibra de gran suavidad al tacto y acabado con ribete de color verde. El tejido exterior tiene tratamiento Aloe Vera.

La Almohada fibra Velfont Lia es ideal ideal para las personas de constitución media que duermen de lado, o personas de constitución grande que duermen boca arriba.

Más Información
Firmeza Firmeza Media
Nucleo Fibra
Marca VELFONT
Fabricante VELFONT
Promocion -Dto-10%

Como comprar Almohada fibra Velfont Lia

Para comprar Almohada fibra Velfont Lia en areaconfort

Tiene que seleccionar el producto Almohada fibra Velfont Lia, y seleccionar las opciones como talla, color o complementos que necesite, y añadirlo al carrito de compra.

Puede comprar Almohada fibra Velfont Lia de fabricacion Española.

Por diferentes medidas o Colores. 

La Almohada fibra Velfont Lia está confeccionada íntegramente con microfibra de gran suavidad al tacto y acabado con ribete de color verde. Su tejido exterior tiene un atractivo diseño de cuadros pequeños y lleva un tratamiento Aloe Vera.
 
La Almohada fibra Velfont Lia es de doble funda y tiene el relleno de microfibra de firmeza extra efecto plumón. es de firmeza media-alta.
La Almohada fibra Velfont Lia es ideal para las personas de constitución media que duermen de lado, o personas de constitución grande que duermen boca arriba.
 
Composición:
Tejido funda: 100% microfibra poliéster con tratamiento aloe vera
Tejido interior: 100% microfibra poliéster
Relleno: 100% microfibra poliéster

 


Látex sintético o látex 100% Poliéster: Material poliuretano obtenido de productos químicos, se endurece a temperatura ordinaria. Da la rigidez al colchón y aumenta sus características ortopédicas. Ofrece elasticidad media y alta flexibilidad, alta resistencia e indeformabilidad, y resistencia a la humedad. No dañino para el medio ambiente.


Fibra hueca siliconada Fibra hueca siliconada: Fibra original (virgen), ya sea natural o artificial, con forma de tubo y recubierta de silicona para un mejor deslizamiento y una pronta recuperación del material tras las deformaciones que se le aplican.


 Neotherm Neotherm: La fibra Neotherm® de un solo canal puede, además, ser de varios tipos: simplemente hueca, fibra hueca siliconada, o fibra hueca siliconada conjugada. Si es siliconada significa que ha recibido un tratamiento especial de silicona que le da un tacto extra suave y satinado. Otro tipo es la fibra hueca siliconada conjugada, con la que están confeccionadas de la línea técnica Velfont. Esta fibra también está siliconada, pero además es rizada en espiral, lo que hace que tenga mucha más capacidad de recuperación y proporciona más volumen a la almohada. Además, los productos de fibra tienen un mantenimiento más sencillo que las almohadas con otro tipo de rellenos. Eso sí, hay que seguir ciertos consejos básicos para que su funcionamiento siga intacto durante más tiempo. Cada uno de nuestros productos va acompañado de unas etiquetas con instrucciones de lavado que se deben tener en cuenta. Se deben sacudir periódicamente para facilitar la eliminación de la humedad. Y por último no se deben aplicar directamente a fuentes de calor, ya que esto podría dañar las fibras motivo por el cual no se pueden planchar.


Acolchado ¿Cómo cuidar mi almohada? Si la almohada dispone de doble funda, es aconsejable lavarla conjuntamente para que el relleno quede más protegido. Utilizar el programa de lavadora para prendas delicadas a baja temperatura con detergente líquido suave. No utilizar suavizantes. Almohadas de plumas: Introducir dentro de la lavadora dos pelotas de tenis envueltas y atadas con medias. Almohadas de fibra o látex: Enrollar la almohada y sujetarla con una cuerda o hilo para evitar que se desenrolle. Introducir la almohada en el mismo sentido en el que gire el tambor. Para evitar que las almohadas choquen demasiado contra el tambor de la lavadora, lavar más de una almohada en cada lavado. Realizar un segundo aclarado para evitar que permanezca cualquier residuo de detergente en el interior de la almohada. Secar la almohada en la secadora o al aire libre: Secadora: Utilizar un programa de ciclo de secado en frío. Si fuese necesario más de un ciclo, sacar la almohada y ahuecarla antes de introducirla de nuevo (para las almohadas de duvet, introducir en la secadora dos pelotas de tenis envueltas y atadas con medias). Aire libre: Colocar la almohada en un lugar totalmente horizontal y ahuecarla una vez seca.


Acolchado ¿Las almohadas se pueden lavar? Aunque no es necesario hacerlo tan a menudo como con las fundas, las almohadas pueden (y deberían) lavarse una o dos veces al año para para eliminar los ácaros, hongos y bacterias que van acumulándose en ellas. No debemos olvidar que pasamos, de media, entre siete y ocho horas al día respirando sobre la almohada, cosa que la convierte en el cultivo ideal para que hongos, ácaros y algunas bacterias vayan creando en ella su propio ecosistema. Por norma general, se recomienda evitar lavar en casa las almohadas de plumas, viscoelásticas y látex puesto que necesitan secarse muy bien eliminando totalmente cualquier tipo de humedad que pueda quedar en su interior. Por otro lado, las almohadas de fibra pueden lavarse sin problema en la lavadora. Se recomienda lavarlas con agua caliente para acabar con los microorganismos y con una pequeña dosis de detergente y suavizante. Para que la almohada se ahueque durante el lavado, se recomienda, además, introducir en el tambor una o dos pelotas de tenis que irán moviendo su contenido a medida que avance el programa de lavado. Cuando esté limpia, no se debe escurrir ni retorcer. Para que se seque bien, primero hay que aplastar la almohada ligeramente en una superficie lisa y limpia (como por ejemplo una bañera) y luego pasarle una toalla seca para retirar la mayor humedad posible. También se puede dejar la almohada en una superficie lisa, sobre un par de toallas, dándole la vuelta de vez en cuando para evitar que la humedad se acumule por una sola cara. A continuación, se puede dejar secar al aire o introducirla en la secadora. Si somos reacios a meter la almohada en la lavadora, también se puede obtener un buen resultado lavándola a mano, aunque para ello sea necesario invertir un poco más de tiempo y esfuerzo. En cualquier caso, y si no estamos seguros del lavado que podemos realizar, siempre nos quedará la opción de llevar nuestra almohada a la lavandería, pues ellos mejor que nadie sabrán el cuidado que se deberá que darle.


Acolchado ¿Cuándo debo reemplazar mi almohada? Según los expertos en descanso, lo ideal sería reemplazar nuestra almohada en un periodo de entre seis meses y dos años como máximo. Cuando se trata de cambiarla, es importante recordar que la almohada ideal debe rellenar el hueco entre la cabeza y los hombros, para así evitar dolores de espalda y demás daños físicos totalmente innecesarios. En primer lugar y aunque no seamos directamente conscientes de ello, con el paso del tiempo las propiedades de nuestra almohada pueden perder efectividad y calidad. De hecho, cuando llevamos tiempo utilizando la misma, deja de aportarnos la comodidad del principio y, de rebote, daña progresivamente nuestra espalda. En segundo lugar, la almohada podría ser una cuna de ácaros, polvo y suciedad. Aunque puede lavarse, la efectividad de la limpieza no es tal como cambiarla. Para evitar compartir cama con estos pequeños seres vivos, es mejor reemplazar la almohada frecuentemente. Y, en tercer lugar, con el paso del tiempo, nuestra almohada se empapa de sudor, grasa e incluso células muertas de nuestra piel que, aunque nos parezca extraño, pueden provocar acné y demás imperfecciones.


La firmeza de las almohadas La firmeza de las almohadas: A la hora de escoger la almohada ideal, además de tener en cuenta el tejido de confección y el material del relleno, es importante considerar qué tipo de firmeza queremos, o más bien, necesitamos. Las almohadas se pueden clasificar según su firmeza en: almohadas bajas, medias y altas. Para elegir una almohada adecuadamente, la regla general es la misma que se aplica para elegir el colchón: aquélla que nos resulte más cómoda y nos ayude a mantener la columna vertebral en una postura correcta y natural. La elección de un grado u otro de firmeza de la almohada no debe ser aleatoria sino que estará directamente relacionada con nuestra complexión física y con nuestra posición más habitual al dormir. Por lo tanto, lo primero que hay que determinar, una vez considerado nuestro grado de corpulencia, es cuál es esta posición más habitual. Para identificarla, sólo hay que pensar en cuál es la postura en la que nos encontramos la mayoría de las veces al despertar: de lado, boca arriba o boca abajo. En función de la respuesta, tendremos un punto de partida para escoger nuestra almohada ideal. Si dormimos de lado, la almohada que usemos deberá permitir que el cuello quede en horizontal y alineado con la columna vertebral; ni más alto ni más bajo. Será necesaria, pues, una almohada gruesa y de firmeza alta para equilibrarse con la anchura del hombro. Si dormimos boca arriba, necesitaremos una almohada de firmeza media, que se adapte a la curva natural del cuello; ni muy gruesa ni muy fina para que las vértebras cervicales no adquieran una postura forzada o antinatural. Si se da el caso que dormimos la mayoría del tiempo boca abajo, deberemos escoger una almohada de firmeza baja para que la cabeza y el cuello queden girados en una postura natural, cómoda y no perjudicial. Para los inquietos que se mueven mucho y cambian de posición durante la noche, la almohada de firmeza media será la más indicada.

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