Almohada Fibra Estrella Belnou

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Al Comprar la Almohada Fibra Estrella Belnou

Se obtiene: Almohada Fibra Estrella Belnou con Relleno de fibra hueca siliconada y peinada que proporciona un agradable tacto pluma, es antialérgica, transpirable, lavable e higiénica, Firmeza Media.

Porque la Almohada Fibra Estrella Belnou esta compuesta de Núcleo Fibra Virgen Hueca Siliconada y Peinada, Funda Exterior Cuti 100% Algodón y Funda Interior Microfibra.

Más Información
Firmeza Firmeza Media
Nucleo Fibra
Tejido Microfibra
Marca BELNOU
Fabricante BELNOU

Como comprar Almohada Estrella de Belnou

Para comprar Almohada Estrella de Belnou en areaconfort

Tiene que seleccionar el producto Almohada Estrella de Belnou, y seleccionar las opciones como talla, color o complementos que necesite, y añadirlo al carrito de compra.

Puede comprar Almohada Estrella de Belnou de fabricacion Española.

Por diferentes medidas o Colores.

ALMOHADA DE FIBRA ESTRELLA DE BELNOU:

Relleno de fibra hueca siliconada y peinada que proporciona un agradable tacto pluma.

Funda de Microfibra extrasuave.

 

Relleno de Fibra Virgen Hueca Siliconada y peinada de tacto Pluma.

Tejido de Microfibra Tacto Seda transpirable.

Firmeza media recomendada para dormir de lado.

 

CARACTERISTICAS DE LA ALMOHADA DE FIBRA ESTRELLA DE BELNOU:

Esta almohada es antialérgica, transpirable, lavable e higiénica

Firmeza:  media.

Altura: 17 centímetros.

 

Núcleo Fibra Virgen Hueca Siliconada y Peinada

Firmeza Media

Transpirable Medio

Funda Exterior Cuti 100% Algodón

Funda Interior Microfibra

Acabado Antiácaros No

Lavado 40ºC

Lejía NO

Secadora NO

Plancha NO

Textiles Confianza SÍ

Ok Reach SÍ

Sanitized NO

Algodón Natural SÍ


Fibra hueca siliconada Fibra hueca siliconada: Fibra original (virgen), ya sea natural o artificial, con forma de tubo y recubierta de silicona para un mejor deslizamiento y una pronta recuperación del material tras las deformaciones que se le aplican.


 


El algodón El algodón: Hace más de 7.000 años ya se cultivaba el algodón en Egipto, India y Perú. Y es que el algodón es la fibra natural más valorada y se utiliza desde la antigüedad para crear todo tipo de tejidos. La planta del algodón se cultiva en zonas cálidas y templadas con tierras ricas y bien trenadas. Tras la caída de la flor, el capullo del algodón madura y se transforma en una bola oval o copo, que al abrirse deja al descubierto las fibras de algodón. Cada copo puede tener hasta 20.000 fibras y de su longitud y brillo depende la calidad del algodón. El algodón, se compone en un 94% de celulosa, que se deposita en él durante su maduración, dándole así su estructura cristalina y consistencia definitiva. Al secarse, las fibras se enredan entre sí de forma natural. Es en este momento cuando se recoge, para pasar después al proceso de hilatura. El resultado, es la obtención de un producto natural, resistente y con una gran capacidad de absorción, pero que además es transpirable y tiene un tacto suave y agradable. Por todo esto, el algodón proporciona una profunda sensación de frescor cuando se utiliza en la ropa de cama.


Tejido Microfibra Tejido Microfibra: Las tiras que forman la tela de microfibra miden menos de un 1 denario, o la mitad del grosor de una hilo de seda. Algunas telas de microfibra usan tiras que miden solo 10 micrones de diámetro, o 1/10 del grosor de un pelo humano. La mayoría de las telas de microfibra se hacen a partir de materiales sintéticos como poliéster o nailon, o una combinación de ambas. Las telas de microfibra son livianas, muy absorbentes y no se tiñen ni arrugan fácilmente. Las telas de microfibra que están cargada electrostáticamente pueden tomar pequeñas partículas, como polvo, sin el uso de solventes y no dejan pelusa. Las telas de microfibra son populares en los trapos de limpieza y en las prendas deportivas, también en el aisalmiento de bolsas de dormir, manteles, cobertores de muebles y pañales de tela. Las telas de microfibra deben ser lavada con detergente libre de aceites, jabones o suavizantes, ya que la tela se puede impregnar de ellos y absorber olores. Las telas de microfibra sintéticas fueron inventadas por Dr. Miyoshi Okamoto a principos de los 70. El Dr. Toyohiko Hikota desarrolló la primera tela de gran disponibilidad comercial, la ultragamuza.


AITEX AITEX: El Instituto Tecnológico Textil es una asociación privada sin ánimo de lucro iniciada por la Generalitat Valenciana. Fomenta la investigación y la innovación de las tecnologías para contribuir al progreso del sector textil. Certifica que los productos relacionados con el ámbito textil no son nocivos para la salud ni perjudiciales para el medio ambiente.

 


OK REACH OK REACH El Certificado OK Reach, emitido por AITEX, garantiza que el artículo o referencia cumple con requisitos establecidos por el reglamento REACH en su Anexo XVII (Restricciones a la fabricación, comercialización y uso de determinadas sustancias, preparados y artículos peligrosos) y Anexo XIV (Contenido de sustancias de alta preocupación –SVHC en concentraciones no superiores al 0.1% en artículo.

 

 

 


Oeko-Tex Oeko-Tex: -https://www.oeko-tex.com/- Certificado europeo que garantiza que el producto no contiene sustancias nocivas para la salud y son respetuosos con el medio ambiente. Sólo se otorga a los fabricantes capaces de superar estrictas pruebas de seguridad de calidad avanzada.

 


¿Cómo cuidar mi almohada? ¿Cómo cuidar mi almohada? Si la almohada dispone de doble funda, es aconsejable lavarla conjuntamente para que el relleno quede más protegido. Utilizar el programa de lavadora para prendas delicadas a baja temperatura con detergente líquido suave. No utilizar suavizantes. Almohadas de plumas: Introducir dentro de la lavadora dos pelotas de tenis envueltas y atadas con medias. Almohadas de fibra o látex: Enrollar la almohada y sujetarla con una cuerda o hilo para evitar que se desenrolle. Introducir la almohada en el mismo sentido en el que gire el tambor. Para evitar que las almohadas choquen demasiado contra el tambor de la lavadora, lavar más de una almohada en cada lavado. Realizar un segundo aclarado para evitar que permanezca cualquier residuo de detergente en el interior de la almohada. Secar la almohada en la secadora o al aire libre: Secadora: Utilizar un programa de ciclo de secado en frío. Si fuese necesario más de un ciclo, sacar la almohada y ahuecarla antes de introducirla de nuevo (para las almohadas de duvet, introducir en la secadora dos pelotas de tenis envueltas y atadas con medias). Aire libre: Colocar la almohada en un lugar totalmente horizontal y ahuecarla una vez seca.


¿Cómo aliviar el dolor de cuello? ¿Cómo aliviar el dolor de cuello? Los expertos nos lo explican a partir de las siguientes medidas: No permanecer en una misma posición durante muchas horas: aunque es difícil corregir las malas posturas, levantarse de vez en cuando y cambiar de posición es clave para evitar que el cuello se agarrote y provoque molestias con el paso de las horas. Realizar ajustes ergonómicos: en caso de utilizar el ordenador continuamente, sitúa el monitor a la altura de los ojos para poder verlo con facilidad y no forzar los movimientos. También al consultar tabletas, es preciso colocarlas sobre una almohada para que puedan reposar en un ángulo de 45 grados, en vez de apoyarlo sobre el regazo. Conoce tus límites: antes de realizar movimientos que requieren esfuerzo – como mover muebles u otros objetos pesados – pide ayuda y tu cuello y espalda lo agradecerán. Duerme las horas que necesites: los problemas de sueño aumentan el riesgo de padecer dolores musculo-esqueléticos. Intenta dormir las horas necesarias y descansar en el ambiente adecuado: sin distracciones, sin ruido, sin móviles, sin televisión, sin demasiada luz, etc. Desde Velfont añadimos otra medida tan o más esencial que las ya mencionadas: dar con la almohada ideal para cada uno. Es importante destacar que la almohada ideal para cada persona es aquélla que permite que cabeza, cuello y espalda (es decir, toda la columna vertebral) estén alineados en la misma posición que lo están cuando estamos de pie. Es por eso que no existe una almohada ideal para todos sino que cada uno debemos encontrar aquélla que mejor encaje con nuestras preferencias, constitución y posición a la hora de dormir.


¿Cuándo debo reemplazar mi almohada? ¿Cuándo debo reemplazar mi almohada? Según los expertos en descanso, lo ideal sería reemplazar nuestra almohada en un periodo de entre seis meses y dos años como máximo. Cuando se trata de cambiarla, es importante recordar que la almohada ideal debe rellenar el hueco entre la cabeza y los hombros, para así evitar dolores de espalda y demás daños físicos totalmente innecesarios. En primer lugar y aunque no seamos directamente conscientes de ello, con el paso del tiempo las propiedades de nuestra almohada pueden perder efectividad y calidad. De hecho, cuando llevamos tiempo utilizando la misma, deja de aportarnos la comodidad del principio y, de rebote, daña progresivamente nuestra espalda. En segundo lugar, la almohada podría ser una cuna de ácaros, polvo y suciedad. Aunque puede lavarse, la efectividad de la limpieza no es tal como cambiarla. Para evitar compartir cama con estos pequeños seres vivos, es mejor reemplazar la almohada frecuentemente. Y, en tercer lugar, con el paso del tiempo, nuestra almohada se empapa de sudor, grasa e incluso células muertas de nuestra piel que, aunque nos parezca extraño, pueden provocar acné y demás imperfecciones.


¿Las almohadas se pueden lavar? ¿Las almohadas se pueden lavar? Aunque no es necesario hacerlo tan a menudo como con las fundas, las almohadas pueden (y deberían) lavarse una o dos veces al año para para eliminar los ácaros, hongos y bacterias que van acumulándose en ellas. No debemos olvidar que pasamos, de media, entre siete y ocho horas al día respirando sobre la almohada, cosa que la convierte en el cultivo ideal para que hongos, ácaros y algunas bacterias vayan creando en ella su propio ecosistema. Por norma general, se recomienda evitar lavar en casa las almohadas de plumas, viscoelásticas y látex puesto que necesitan secarse muy bien eliminando totalmente cualquier tipo de humedad que pueda quedar en su interior. Por otro lado, las almohadas de fibra pueden lavarse sin problema en la lavadora. Se recomienda lavarlas con agua caliente para acabar con los microorganismos y con una pequeña dosis de detergente y suavizante. Para que la almohada se ahueque durante el lavado, se recomienda, además, introducir en el tambor una o dos pelotas de tenis que irán moviendo su contenido a medida que avance el programa de lavado. Cuando esté limpia, no se debe escurrir ni retorcer. Para que se seque bien, primero hay que aplastar la almohada ligeramente en una superficie lisa y limpia (como por ejemplo una bañera) y luego pasarle una toalla seca para retirar la mayor humedad posible. También se puede dejar la almohada en una superficie lisa, sobre un par de toallas, dándole la vuelta de vez en cuando para evitar que la humedad se acumule por una sola cara. A continuación, se puede dejar secar al aire o introducirla en la secadora. Si somos reacios a meter la almohada en la lavadora, también se puede obtener un buen resultado lavándola a mano, aunque para ello sea necesario invertir un poco más de tiempo y esfuerzo. En cualquier caso, y si no estamos seguros del lavado que podemos realizar, siempre nos quedará la opción de llevar nuestra almohada a la lavandería, pues ellos mejor que nadie sabrán el cuidado que se deberá que darle.


La firmeza de las almohadas La firmeza de las almohadas: A la hora de escoger la almohada ideal, además de tener en cuenta el tejido de confección y el material del relleno, es importante considerar qué tipo de firmeza queremos, o más bien, necesitamos. Las almohadas se pueden clasificar según su firmeza en: almohadas bajas, medias y altas. Para elegir una almohada adecuadamente, la regla general es la misma que se aplica para elegir el colchón: aquélla que nos resulte más cómoda y nos ayude a mantener la columna vertebral en una postura correcta y natural. La elección de un grado u otro de firmeza de la almohada no debe ser aleatoria sino que estará directamente relacionada con nuestra complexión física y con nuestra posición más habitual al dormir. Por lo tanto, lo primero que hay que determinar, una vez considerado nuestro grado de corpulencia, es cuál es esta posición más habitual. Para identificarla, sólo hay que pensar en cuál es la postura en la que nos encontramos la mayoría de las veces al despertar: de lado, boca arriba o boca abajo. En función de la respuesta, tendremos un punto de partida para escoger nuestra almohada ideal. Si dormimos de lado, la almohada que usemos deberá permitir que el cuello quede en horizontal y alineado con la columna vertebral; ni más alto ni más bajo. Será necesaria, pues, una almohada gruesa y de firmeza alta para equilibrarse con la anchura del hombro. Si dormimos boca arriba, necesitaremos una almohada de firmeza media, que se adapte a la curva natural del cuello; ni muy gruesa ni muy fina para que las vértebras cervicales no adquieran una postura forzada o antinatural. Si se da el caso que dormimos la mayoría del tiempo boca abajo, deberemos escoger una almohada de firmeza baja para que la cabeza y el cuello queden girados en una postura natural, cómoda y no perjudicial. Para los inquietos que se mueven mucho y cambian de posición durante la noche, la almohada de firmeza media será la más indicada.




LAS ALMOHADAS SEGÚN LA POSTURA AL DORMIR

La posición que adoptamos en nuestro descanso, determina la almohada más adecuada a nuestra postura corporal:

 

Si cambiamos mucho de postura: Para dormir con cambios frecuentes de postura, lo recomendable es una almohada de altura y firmeza media.

 

Si dormimos boca arriba: Para un descanso boca arriba, una almohada de firmeza y altura intermedia es la más recomendable.

 

Si dormimos boca abajo: Por lo general es recomendable una almohada baja y blanda que nos ayude a adoptar una postura en la cual la cabeza quede alineada con nuestro cuerpo de forma natural, igual que al estar de pie.

 

Si dormimos de lado: Una almohada alta y dura levantaría nuestro cuello lo cual nos llevaría a una postura demasiado forzada y poco natural, por otra parte con una demasiado blanda y baja haría que el cuello cayese perdiendo la alineación adecuada con el resto del cuerpo. Según afirma en el artículo publicado en el diario el País de fecha 03 AGO 2014, Francisco J. Márquez Dorsch, jefe de servicio de Otorrinolaringología del Hospital Sanitas La Moraleja (Madrid), la fórmula matemática para elegir los centímetros de grosor que debe tener la almohada Ideal: "Basta con medir la distancia que va desde el extremo del hombro a la cara. Se puede hacer colocándose de pie con un hombro apoyado contra la pared y midiendo la distancia que queda de la pared a la oreja; al resultado se suman entre dos y cuatro centímetros dependiendo de la dureza de la almohada". En definitiva, alguien con hombros anchos necesitará una almohada más gruesa que otra persona de hombros más estrechos.

LA ALMOHADA IDEAL: Si durante su descanso o al levantarse tiene dolor de cuello o espalda, posiblemente su almohada no es la más adecuada para su fisonomía y debería cambiarla.

Según afirma José Ignacio Normand, jefe de servicio de Traumatología del Hospital Sonsoles (Ávila) en un artículo publicado en el diario el País de fecha 03 AGO 2014. "La complexión física o la postura preferida para dormir determinan qué tipo de almohada es la más adecuada para cada persona. Se trata de que, al acostarnos, la columna vertebral quede recta, como cuando permanecemos de pie. Es decir, que desde el comienzo de las cervicales al final de la espalda, esté alineada.”

 

Para encontrar la almohada más conveniente y adecuada a nuestra forma de dormir así como a nuestra complexión, según afirma en un artículo publicado en el diario el País de fecha 03 AGO 2014, Francisco J. Márquez Dorsch, jefe de servicio de Otorrinolaringología del Hospital Sanitas La Moraleja (Madrid), “La primera norma es que es recomendable dormir siempre con almohada, sujeta la cabeza y favorece que adoptemos una posición natural en la que nuestra musculatura se encuentre relajada”; "dormir sin almohada haría que el cuello estuviera inclinado forzando una postura antinatural durante muchas horas ", la almohada que usamos afecta directamente a nuestras cervicales y espalda "En la zona del cuello", argumenta Márquez, "hay múltiples articulaciones, ligamentos y músculos en los que se acumulan tensiones durante el día; para que estas estructuras se relajen durante las ocho horas de sueño, deben permanecer en una posición cómoda". Los factores que deben influir en nuestra elección de la almohada más adecuada son su firmeza y su altura.

LAS ALMOHADAS SEGÚN SUS MATERIALES

 

Almohadas de fibra: Son enteramente lavables lo cual favorecen su higiene además tienen una gran capacidad de recuperación por lo que son generalmente muy cómodas, además aportan  una gran transpiración y frescor gracias a la circulación del aire en su interior, lo que favorece la absorción de la humedad.

 

Almohadas de Viscoelástica: Son termosensibles lo que le dan mayor adaptación al ajustarse perfectamente a la forma de nuestra cabeza, lo que nos proporciona el mejor soporte y favorece la adaptación de nuestras cervicales.

 

Almohadas de Látex: El látex es un producto natural que le confiere una estructura interna de poros abiertos, lo que le confiere una mayor ventilación favoreciendo un mayor higiene.

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