Almohadas firmeza Baja


 

LAS ALMOHADAS SEGÚN SUS MATERIALES 

Las Almohadas de fibra:

Son lavables lo cual favorece su higiene y además tienen una gran “capacidad de recuperación” por lo que son muy cómodas y además aportan  una gran transpiración y frescor gracias a la circulación del aire en su interior, lo que favorece la absorción de la humedad. 

 

Las Almohadas de Viscoelástica:

Son “termo sensibles'' lo que les da mayor adaptación al ajustarse a la forma de nuestra cabeza, lo que nos da el mejor soporte y favorece la postura de nuestras cervicales. 

 

Las Almohadas de Látex:

El látex es un material natural que le da una “estructura interna” de poros abiertos, lo que le permite una mejor ventilación que favorece con una mayor higiene.




 

¿Cómo aliviar el dolor de cuello?    ¿Cómo aliviar el dolor de cuello?

Los expertos nos lo explican a partir de los siguientes consejos

  • Cambiar de posición durante la noche, levantarse de vez en cuando es la clave para evitar que el cuello provoque molestias con el paso de las horas.
  • En caso de utilizar mucho el ordenador, sitúa el monitor a la altura de los ojos para poder verlo con facilidad y no forzar los movimientos.
  • Al consultar tabletas, colocarlas sobre una almohada para que pueda reposar en un ángulo de 45 grados, en vez de apoyarlo sobre el regazo.
  • Antes de realizar movimientos que requieren esfuerzo – “como mover muebles” u otros objetos pesados – pide ayuda y tu cuello y espalda lo agradecerán.
  • Intenta dormir las horas necesarias en un “ambiente adecuado”, sin distracciones, sin ruido, sin móviles, sin televisión, sin demasiada luz, etc.
  • Desde areaconfort.com añadimos otra medida tan o más esencial que las ya mencionadas:
  • La almohada ideal para cada persona es aquélla que permite que cabeza, cuello y espalda estén en la misma posición que cuando “estamos de pie”.
  • No existe una “almohada ideal” para todos, cada uno debemos buscar la que mejor encaje con nuestro gusto, constitución y posición a la hora de dormir.

 


 

¿Las almohadas se pueden lavar?   ¿Las almohadas se pueden lavar? 

Aunque no es necesario hacerlo tan a menudo como con las fundas, las almohadas “pueden y deberían lavarse” una o dos veces al año para para eliminar los ácaros, hongos y bacterias que se acumulan en ellas.

No se debe olvidar que pasamos, de media, entre siete y ocho horas al día “respirando sobre la almohada”, cosa que la convierte en el “cultivo ideal” para que hongos, ácaros y algunas bacterias vayan creando en ella su propio ecosistema.

Por norma general, se recomienda evitar lavar en casa las almohadas de plumas, viscoelásticas y látex puesto que necesitan secarse muy bien “eliminando totalmente” cualquier tipo de humedad que pueda quedar en su interior. 

Por otro lado, las almohadas de fibra pueden lavarse sin problema en la lavadora. Se recomienda lavarlas con agua caliente para acabar con los microorganismos y con una pequeña dosis de detergente y suavizante.

Para que la almohada se ahueque durante el lavado, se recomienda, además, introducir en el tambor una o dos “pelotas de tenis” que irán moviendo su contenido a medida que avance el programa de lavado.

Cuando esté limpia, no se debe escurrir ni retorcer. Para que se seque bien, primero hay que aplastar la almohada ligeramente en una “superficie lisa y limpia” (como por ejemplo una bañera) y luego pasarle una toalla seca para retirar la mayor humedad posible.

También se puede dejar la almohada en una superficie lisa, sobre un par de toallas, dándole la vuelta de vez en cuando para evitar que la humedad se acumule por una sola cara.

A continuación, se puede dejar secar al aire o introducirla en la secadora.

Si somos reacios a meter la almohada en la lavadora, también se puede obtener un buen resultado “lavándola a mano”, aunque para ello sea necesario invertir un poco más de tiempo y esfuerzo.

En cualquier caso, y si no estamos seguros del lavado que podemos realizar, siempre nos quedará la opción de llevar nuestra almohada a la lavandería, pues ellos mejor que nadie sabrán el cuidado que se le deberá dar..

 




¿Cuándo debo reemplazar mi Almohada?   ¿Cuándo debo reemplazar mi Almohada? 

Lo ideal sería cambiar nuestra almohada en un periodo de entre seis meses y dos años como máximo. 

Cuando se vaya a cambiar, es importante recordar que la “almohada ideal” debe rellenar el hueco entre la cabeza y los hombros, para así evitar dolores de espalda y demás daños físicos. 

En primer lugar y aunque no seamos conscientes de ello, con el paso del tiempo las propiedades de nuestra almohada pierden en eficacia y calidad. De hecho, cuando llevamos un tiempo usando la misma, deja de darnos el confort del principio y, de rebote, daña nuestra espalda. 

En segundo lugar, la almohada podría ser una “cuna de ácaros”, polvo y suciedad. Aunque se puede lavar, la eficacia de la limpieza no es tal como una nueva. 

Para evitar compartir cama con estos pequeños seres vivos, es mejor cambiar la almohada de forma frecuente. 

En tercer lugar, con el paso del tiempo, la almohada se empapa de sudor, grasa e incluso “células muertas” de nuestra piel que, aunque nos parezca extraño, pueden provocar acné y otros trastornos.

 




Almohada Firmeza Baja

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